miércoles, 30 de abril de 2008

2º Articulo “El árbol del bien y del mal”


JOSÉ M. ESTEVE




TESIS:


1. El castigo físico como solución y corrección de errores, y como sentimiento de autoridad y poder del maestro.


2. La memorización como sistema de enseñanza. El niño sin pensamiento propio.


3. La humillación y ridiculización. La puesta en evidencia del niño bueno y el niño malo. El niño que hace las cosas mal es ridiculizado delante de los compañeros.



DESARROLLO DE LA TESIS 1:


El castigo físico como solución y corrección de errores, y como sentimiento de autoridad y poder del maestro.


En este libro el castigo físico desenvuelve un papel importante en la educación del niño. Situamos el libro en la época franquista hecho que garantiza que la agresión y el sentimiento de poder del profesor, están realmente presentes. El niño es víctima de multitudinarias agresiones por parte de un ser sumamente superior, el profesor.


El niño recibe este tipo de agresiones por parte del maestro cada vez que éste lo cree oportuno, ya sea por un error cometido por el alumno o por una descarga de ira del profesor.


El castigo, siempre parece ser justificado, el razonamiento, que el maestro da ha entender mediante sus palabras, es la corrección de algo que, a su parecer, está mal, por parte del alumno, así como interrumpir una clase de estudio con un pequeño ruido de silla, o por un mínimo ruido de chasqueo de lápiz.


Al paso de los capítulos, se describen distintos “educadores” y cada uno de ellos tiene su forma peculiar de enfadarse y hasta algunos la característica de no agredir nunca al alumnado, hecho que, evidentemente, les sorprende.


El alumnado observa al profesor recién llegado, investiga su actitud ante un error, averigua que considera como error, al igual que identifica los gestos que no agradan a éste, para poder sobrevivir al curso que se les avecina.


Así nos muestran las agresiones:


“...-¡Pues, por no hacer nada!- Le cruzó la cara con dos bofetones, el primero del derecho y el segundo con el dorso de la mano, ambos con un ingrediente nuevo: aquel hombre pegaba con fuerza, con rabia, buscando el dolor físico, más que el ingrediente moral del castigo...”1


La agresión del profesor era permitida por los alumnos, que no podían hacer nada al respeto, y al parecer por los padres, que en ningún momento de la lectura se nombran en contra del castigo.


El alumnado crece con miedo al profesor, miedo a que le pegue, pudor a mover un solo centímetro de su cuerpo en clase, crece con miedo a que su actitud no agrade al maestro.


El profesor utiliza la agresión para sentirse superior a los alumnos, para humillarlos y para poseer poder hacia ellos.



1. El árbol del bien y del mal. Capítulo IV: Los frutos amargos. Pag. 48




DEARROLLO DE LA TESIS 2:


La memorización como sistema de enseñanza. El niño sin pensamiento propio.


La escuela que se describe en el libro, se basa en la enseñanza a través de la memorización exacta de textos. El niño ha de aprender de carrendilla lo que el profesor indica, con puntos y comas, sin dejar una palabra insignificante sin memorizar.


Los alumnos se pasan, prácticamente todas las horas de clase, en silencio, enfrente a un libro, abierto por una lección que evidentemente han de saber para el temido cuestionario de la lección.
El profesor, dedica las horas lectivas a sus quehaceres o a una estricta vigilancia de los alumnos, a los cuales no les es permitido ni tan sólo un simple movimiento en falso. El maestro no da ni una mísera explicación de la lección.


“...Don Juan jamás explicó una lección: al llegar a clase cada uno de nosotros abría el libro y estudiaba el capítulo designado para ese día...Al acabar la hora, lo único que le oíamos decir en voz alta era: ¡Para mañana la lección siguiente!... Prácticamente todos los días había que recitar la lección... ”2


De esta forma se expresa el autor, para mostrarnos la importancia de la memorización y la tarea desinteresada del profesor en el aula. Es decir, la poca creencia de la educación de entonces, en la enseñanza basada en el propio pensamiento del niño, para esta escuela, el niño no tiene pensamiento propio, simplemente se ha de dedicar a memorizar los conceptos.


Es cierto, que en algunas ocasiones se describen profesores que realizan la tarea de educadores entendida como la tarea de explicar la lección, pero también es cierto que la reacción de los alumnos ante este sistema es diferente, se extrañan al comprobar que no han de memorizar la lección y toman una actitud de escapatoria en esa asignatura.


“...De Geografía lo sabía casi todo, y además se esforzaba en enseñárnoslo. Pero en un colegio donde imperaba la ley del garrotazo y tentetieso, la bondad de Don Anselmo y su imperturbable decisión de no castigarnos le convertían en la válvula de escape de la tensión a la que estábamos sometidos... Nos miramos todos extrañados, sin acabar de asimilar el sentido de aquella revelación innovadora: ¡Iba a dedicar las clases a explicar!...”3


El niño va creando su pensamiento propio cuando se da cuenta que la escuela lo está dominando. Es a partir de entonces cuando empieza a pensar por si sólo.



2. El árbol del bien y del mal. Capítulo VII: Los primeros brotes. Pag. 117
3. El árbol del bien y del mal. Capítulo VIII: Los frutos de la venganza. Pag. 153



DESARROLLO DE LA TESIS 3:


La humillación y ridiculización. La puesta en evidencia del niño bueno y el niño malo. El niño que hace las cosas mal es ridiculizado delante de los compañeros.


Una de los comportamientos básicos del profesor era la humillación y ridiculización del niño ante un error. Ya en los primeros capítulos el autor nos lo muestra con estas palabras:


“...El cartel tenía arriba una cuerda, listo para ser colgado. A la derecha exhibía mi plana de caligrafía, emborronada y agujereada, bellamente enmarcada por cuatro trazos de tinta china. A la izquierda, con buena caligrafía, un enorme letrero en mayúsculas con la leyenda: SOY UN GUARRO. Me lo colgó del cuello y me sacó al patio, llevándome de la mano casi a rastras...”4


La idea es que el niño que comete un error y es humillado ante sus compañeros velará para que no vuelva ocurrir. La justificación, en este caso se basa en castigar a los que cometen errores para así rectificarlos en una nueva ocasión.


De esta forma el profesor consigue una mayor autoridad, ya que el niño teme ser ridiculizado y ante ese temor a cometer errores hay un temor al profesor, que tratará con mayor respeto.
En muchas ocasiones, el profesor humilla al alumno porque se siente amenazado, ya sea por la contestación y menosprecio del alumno, como por orgullo del ser superior.


“-¿No tiene el señoriíto, ninguna disculpa que ofrecernos?¡Son las nueve y cinco! ¡Y además, su aspecto es deplorable!... -No vengo de descargar un barco; pero tampoco soy un señoriíto: me he levantado a las cuatro de la mañana... El fraile no esperaba que un alumno se atreviera a contestarle, y enderezó el cuerpo, dejando rígida la cabeza, hasta que una sonrisa maliciosa añadió un nuevo matiz a su mueca de desprecio. –¿Está llamando señoriítos a sus compañeros?...”5


Aquí, el autor identifica la humillación con la contestación del niño saliendo a su defensa. La reacción del profesor es la de protección de su ego y de su autoridad, haciendo que el niño se sienta mal por lo hecho, tanto por la causa de la ridiculización ante los compañeros, como por la contestación dada.


El profesor dejará en evidencia cada vez que vea que el alumno incumple las normas de la escuela o clase, sin esperar, evidentemente que el alumno le responda.



4.El árbol del bien y del mal. Capítulo II: Las raices ocultas. Pag. 25
5.El árbol del bien y del mal. Capítulo XI: Las ramas tiernas. Pag. 236



ANALISIS:


Introduciendo la temática de este articulo, debo decir que muchos recuerdos vinieron a mi mente, de cuando aun estaba en básica y donde las situaciones señaladas en cada tesis, no dotaban de ausencia.


Este articulo basado en el libro “El árbol del bien y del mal”, por mucho que se ambienta en una época pasada, no se aleja de la realidad en que vivimos, es decir, quizás no con la misma intensidad, pero si con la presencia de aquellos errores que lamentablemente son cometidos día a día en colegios, y porque no en universidades también.


Correspondiendo con lo anterior el autor señala muy bien tres tesis. En la primera de estas interpreta como el profeso o educador se hace valer de su autoridad y poder ejerciendo maltrato físico a modo de corregir “errores” bajo su visión y/o punto de vista, y de este modo también intenta ganar, equivocadamente, mayor respeto, consiguiendo únicamente que el alumnado tema de él.


Ejemplificando aquello el autor cita:


“...-¡Pues, por no hacer nada!- Le cruzó la cara con dos bofetones, el primero del derecho y el segundo con el dorso de la mano, ambos con un ingrediente nuevo: aquel hombre pegaba con fuerza, con rabia, buscando el dolor físico, más que el ingrediente moral del castigo...”


Nítidamente podemos ver que la intención del maestro jamás fue revocar malos actos, sino al contrario, solo satisfacer su ira golpeando al educando.


Recuerdo que al comienzo de clases, en “Taller de desarrollo personal”, nuestro profesor describió que antiguamente el educador utilizaba un instrumento de trabajo llamado puntero con el cual pegaba muy fuerte en las manos de los alumnos cuando no le parecía bien algún hecho en.


Sin duda eso hoy ya no es, pero aún seguimos teniendo antecedentes de esta índole. Un día, no muy apartado del actual, me motivó ver un especial que dieron en un canal de televisión, donde mostraban imágenes de una profesora intentando, si mal no recuerdo, hacer leer a un menor, pero fue tanta su impotencia al ver que el modo que ella operaba no era efectivo, que no halló otra infame razón que comenzar a pegarle.


Innegablemente esto nos muestra indicios de gente que mucho le falta por conocer y que terriblemente esta quitando espacios a personas que sí tienen las mejores intensiones de hacer bien su trabajo como educadores.


Siguiendo con el análisis, la segunda tesis describe lo que mucho se ha hablado en clases, que es la “HEGEMONÍA”, donde el profesor es quien tiene la razón, entonces hay que hacer caso al pie de la letra de lo que el señala, y más que eso, invita al niño a nada más que memorizar conceptos, capítulos, siendo este para él, su sistema de enseñanza, que erróneamente limita al alumnado a desarrollar sus mentes, a que tengan sus propios pensamientos.


De acuerdo con esto, días atrás conversaba con mi pololo sobre el tema y él me expresaba que esto se ve mucho en la enseñanza básica y claro que sí, porque concordando con aquello no me es difícil conmemorar cuando estaba yo en 3º básico. Nuestra profesora antes de terminar la primera hora de clases, nos dio instrucciones que teníamos hasta la mitad de la segunda hora de Historia y Geografía para memorizar el artículo que nos había dictado, ya que a continuación nombraría por azar algunos alumnos que responderían preguntas hechas por ella.


Esta situación muy bien se plantea en este artículo:


“Los alumnos se pasan, prácticamente todas las horas de clase, en silencio, enfrente a un libro, abierto por una lección que evidentemente han de saber para el temido cuestionario de la lección”.


Estoy convencida que para tener “mentes brillantes”, debemos dejar que nuestros niños (as) dejen fluir su pensamiento y así vayan creando su propia realidad.


Terminando con las tesis señaladas por el señor Esteve, en esta última redacta algo que, tengo la seguridad, a ninguna institución se le escapa, que es la humillación y ridiculización hacia el alumno, y también hay casos donde el profesor es victima de dichos actos.


Siguiendo con mi propia referencia, hace muy poco, en experiencia universitaria, en otra institución, desafortunadamente tuve una profesora, que de no haber sido por su carácter burlesco, para mi hubiese sido “Perfect Miss”, pero bueno. Resulta que punto uno, si uno llegaba tan solo unos pocos minutos atrasado (a) a su clase, cuando ella estaba cerrando la puerta, era capaz de hacerlo en nuestra nariz en vez de dejarnos pasar. Algo muy lamentable porque no es que una quisiera estar dentro por no pasar frió, sino porque sus clases eran para no perdérselas.
Punto dos y último, tenía poca paciencia a mi parecer, por tanto cuando alguien pronunciaba alguna aberración, no dudaba en dejar que otros se rieran, enfatizando así el error, aunque debo ser sincera y decir que no siempre fue igual.


Muchas versiones de este tipo deben de ocurrir diariamente, sin embargo es triste cuando el profesor humilla con tal de creer ser un ser superior…


Este libro debe ser una maravilla, tan solo su pequeño resumen me ha motivado en un corto tiempo a escribir sobre él y es por su valioso contenido temático que permite al instante recordar situaciones personales, puesto que cada uno de sus puntos evidentemente es algo que todos vivimos y que espero gracias a nuestro perfeccionamiento a lo largo del tiempo dejen de suceder.

AUTOEVALUACIÓN:

a) Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mis compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios)

5

b) Presento un texto que tiene una extensión mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado)

5

c) La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación, el texto de mi análisis.

5

d) Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía)

5

e) Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo)

4

f) Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a.

5

g) Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso “citas de otros autores” para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto.

5

h) Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas tratadas en clases, citas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc.

3

i) Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades educativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado.

5

j) En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión.

2

Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior, es de 44 puntos.

La nota de mi autoevaluación es: 6.16

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